Definición de Terapia Manual
La Terapia Manual es una de las herramientas básicas de la fisioterapia. Se considera un método de intervención terapéutica que supone la aplicación habilidosa de movimiento al cuerpo. Esta aplicación de movimiento se realiza generalmente mediante contactos manuales.
Generalmente hablamos de movimiento aplicado al paciente, más que movimiento generado por el paciente. Es por tanto una técnica pasiva: movilizaciones, estiramientos, masaje… Sin embargo, hay técnicas en las que el paciente participa de forma activa, y que también se consideran bajo el término de terapia manual. En ellas el fisioterapeuta no sólo aporta movimiento al paciente, sino que además guía, modifica o resiste el movimiento del paciente.
Objetivos de la Terapia Manual
Los objetivos que, como fisioterapeutas, perseguimos mediante el uso de la terapia manual, pueden ser varios:
- Mejorar la extensibilidad tisular. Conseguir mediante la movilización que los tejidos sean menos rígidos. Este objetivo es especialmente útil tras procesos de reparación tisular. Situaciones clínicas en las que que la cicatrización y la inmovilización conllevan retracción de las partes blandas.
- Incrementar los rangos de movimiento. Aunque la mejor forma de mejorar el movimiento del paciente es fomentar el movimiento activo, en ocasiones la aplicación pasiva de movilizaciones resulta de especial ayuda.
- Movilizar o manipular los tejidos blandos y las articulaciones. Esta acción puede perseguir un aumento de los rangos pasivos de movimiento, aportar analgesia, aportar seguridad, reducir la resistencia pasiva de los tejidos a ser estirados…
- Inducir la relajación. Determinadas técnicas de Terapia Manual persiguen básicamente la relajación, un objetivo que puede resultar de especial utilidad en algunos pacientes.
- Cambiar la función muscular. El fisioterapeuta puede guiar el movimiento, asistiéndolo o resistiéndolo manualmente, para modificar la forma en que se comporta la función muscular para producir movimiento.
- Dar estabilidad a complejos articulares. Los contactos manuales pueden pasivamente aportar seguridad y estabilidad a determinadas relaciones articulares, influyendo con ello en la cantidad y calidad del movimiento.
- Modular el dolor. Diversas formas de Terapia Manual tienen la capacidad de reducir la mecanosensibilidad del paciente. Pueden ayudar a que el movimiento no resulte molesto. O incluso reducir el dolor en reposo, mediante su modulación a nivel del sistema nervioso central.
- Reducir la edematización o inflamación. Las técnicas de masaje dirigidas al drenaje linfático y venoso tienen una acción directa sobre los tejidos edematizados tras una lesión.
Cómo puede ayudarte la Terapia Manual
En definitiva, la Terapia Manual puede resultar de ayuda para reducir el dolor y mejorar el movimiento. Los efectos que consiguen estos objetivos se basan en múltiples mecanismos. La mejora en las capacidades de los tejidos, la modulación del dolor y el efecto de reeducación del movimiento son algunos de ellos.