Importancia de la especificidad y corrección del tratamiento
Es importante conocer la anatomía de la estructura que vamos a trabajar, para poder dirigir bien el edema hacia su evacuación, al igual que el sistema circulatorio que queremos activar para poder favorecer la eliminación, lo más rápido posible, de estas acumulaciones de líquido que tan molestas resultan en ocasiones.
Independientemente del drenaje, hay otro sistema circulatorio que muchas veces se ve beneficiado por la terapia manual. Se trata del sistema arterial. Cuando es la circulación arterial la que no funcional de forma adecuada, el problema principal con el que nos encontramos, es la falta de sangre en determinadas zonas del cuerpo, que provoca isquemia y desnutrición en los tejidos afectados.
A través de masajes de drenaje manual, se puede activar esta circulación para proporcionar más sangre a determinadas zonas del cuerpo, paleando ese déficit de oxigeno. Las maniobras dirigidas al sistema arterial siempre son en sentido descendente, de proximal a distal, ya que, al estar irrigadas por vasos más pequeños, son las zonas distales las que tienden a cursar con este tipo de disfunción. Similar al caso de los drenajes venosos, las maniobras principales se basan en técnicas de bombeos y fricción, para dirigir la sangre a la zona afectada.
Son amplios, diversos e imprescindibles nuestros sistemas circulatorios, por lo que es importante cuidarlos y entendernos, ya que cada caso requiere unas necesidades específicas que se deben cumplir para obtener los mejores resultados en nuestro tratamiento.