dolor cervical sindrome facetario cervical osteon alaquas fisioterapia
octubre 15, 2020

Sara y su dolor cervical

Historias de nuestros pacientes

Hablemos hoy de Sara, una paciente que tratamos en OSTEON. Sara es una mujer de 39 años. Es madre de 2 niños de 4 y 2 años (con lo cual duerme poco) y trabaja a media jornada en una asesoría laboral.

Qué nos cuenta la paciente

A Sara le gusta salir a correr y hace algunas clases de «algo parecido a Pilates». Son unas clases grupales que desarrollan en las instalaciones municipales de su pueblo, en las que mezclan contenidos de Pilates, yoga, y otros recursos varios. El caso es que le sirve para despejarse y mover un poco el cuerpo, como ella nos cuenta.

Su hijo pequeño ha estado enfermo con algún tipo de infección digestiva. Nos cuenta que el niño debe estar también con molestias por los dientes. Todo ello le está dificultando a Sara dormir más allá de 2 horas seguidas. En el trabajo le han permitido desde hace un par de semanas el teletrabajo. Pero esto, más que reducirle la carga de trabajo, le ha hecho desarrollar más horas frente al ordenador, en ocasiones incluso con su hijo al brazo.

Hace una semana empezó a notar dificultad para girar el cuello a la derecha, notando molestias a final de rango. El dolor fue a más, y a los 3 días ya prácticamente notaba todo el cuello rígido.

Cuando se pone en contacto con nosotros, Sara refiere dolor cervical intenso, «tortícolis», y dolor difuso en hombro derecho.

Qué encontramos

La paciente parece sufrir una cervicalgia con pérdida de rango articular. La evolución de las molestias es compatible con mecanismos de dolor inflamatorio y/o isquémico, y existe una mecánica de provocación clara. Describe el dolor como una punzada muy intensa detrás del cuello, centrada y algo más hacia la derecha.

Sara no aporta pruebas de imagen.

En el examen físico, observamos una actitud de rigidez y kinesiofobia. La rotación cervical derecha y la extensión está muy limitada y dolorosa. Los movimientos de hombros son correctos, y sólo el mantenimiento de los 2 brazos en elevación reproduce dolor central en el cuello, aunque no lo reconoce como su dolor.

El movimiento repetido de rotación aumenta las molestias, y llega a reproducir el dolor del hombro derecho. A la palpación, presenta un área indurada y especialmente dolorosa en partes blandas lateral a la apófisis espinosa de C4-C5. Sara describe ese dolor como su dolor tipo punzada. La compresión cervical no es especialmente molesta, pero la distracción sí alivia y permite un ligero aumento en la capacidad de rotación cervical. Los tests neurodinámicos del miembro superior, así como el test de Slump, no aportan información significativa.

Cómo tratamos a nuestra paciente

Planteamos la posibilidad de un síndrome facetario cervical, en su fase aguda. Existe afectación inflamatoria de la relación articular entre segmentos cervicales, con afectación en articulaciones interapofisarias derechas. Las partes blandas periarticulares están especialmente sensibles, y la musculatura local se presenta hipertónica.

Para establecer la progresión de la paciente, determinamos como indicadores la cantidad de rotación y extensión cervical activa.

Aplicamos técnicas de terapia manual en cuello, como movilizaciones en la dirección de la tracción, y diferentes movimientos sin dolor y en grados bajos de movilización. Prestamos especial atención, con maniobras especialmente suaves, en los niveles cervicales afectados y especialmente limitados. Realizamos también técnicas dirigidas a relajar partes blandas, y técnicas más globales de carácter lordosante cervical. Y diseñamos un programa de ejercicios específicos con objetivo analgésico y para ampliar las posibilidades de movimiento.

Esplicamos a Sara lo que le ocurre. Ella pensaba que tenía alguna vértebra «bloqueada», y que la solución sería una manipulación ráìda para desengancharla. Le hablamos de la situación de inflamación, y de la poca conveniencia de ese tipo de maniobras. Le razonamos el por qué ha debido suceder, inflyendo tanto tiempo frente al ordenador, con posturas un tanto forzadas con su hijo al brazo, la falta de reposo durante la noche…

Y le invitamos a moverse, a cambiar de postura frente al ordenador con más asiduidad. A retomar sus ejercicios en breve: tras unos 10 días, en los que pensamos que tendrá el problema cervical en un estado más favorable. Y le damos algunas pautas de ejercicios de reposo, lordosantes, y pequeñas estrategias de movimiento que pueden resultarle analgésicas, como las retracciones cervicales suaves y una técnica de movilización en rotación con una toalla.

Cómo evoluciona nuestro paciente

La evolución de Sara fue buena. Al final, pudo retomar su «Pilates» en una semana, y volvió a correr a las 2 semanas.

Tras nuestro primer tratamiento, el dolor no cambió demasiado, pero sí ganó un 50% de la rotción cervical y la extensión. Tras la segunda sesión, a la semana, empezó a notar considerablemente menos dolor, y tras la tercera y última, 10 días después, la recuperación de la movilidad era completa, y tan sólo quedaba un pequeño dolor residual en la extensión cervical forzada, que se mantendría una semana más. Durante todo el proceso, Sara no necesitó tomar medicación.

La recuperación del sueño fue paulatina, algo en lo que también influyó, por supuesto, la mejoría en la infección de su hijo.

dolor cervical sindrome facetario cervical osteon alaquas fisioterapia

Deja un comentario