agosto 16, 2012

Vándalos estafadores

Hace años oí hablar de estas prácticas, y pensé que ya habrían sido erradicadas por algún organismo oficial o algo así.

Pero no, aún siguen por ahí.

Se presentan en centros de jubilados, ambulatorios y, en general, donde puedan pescar a personas mayores dispuestas a referir sus múltiples achaques. Con formales maneras, amplia sonrisa y semblante de comprensión, les ofrecen la posibilidad de una sesión gratuita por parte de un fisioterapeuta para atender su caso en particular.

De esta forma se hacen con los datos de los ancianos, a los que pronto telefonean (o ni eso) para plantarse en sus hogares.

Y allí comienza el espectáculo.

El supuesto fisioterapeuta (que si en realidad lo es, vergüenza le debería dar dedicarse a estos menesteres) escucha durante unos minutos la sucesión de dolencias, para dirigir la conversación hacia la naturaleza de un problema cuya solución pasa por adquirir un aparato (aquí la variedad es inmensa: sillones multifunción, mantitas térmicas, trastos biomagnéticos,…), porque, claro, si tienen que recibir las sesiones por ahí, le costará más de 100€ cada visita y patatín y patatán.

¿Acaso no dispone usted de 27€ al mes?

¿qué mejor forma de gastar su dinero que en su salud?

y por ahí, con esta violencia comercial (a la que, por cierto, ya muchos otros se están habituando), amedrentan a la persona que acaba firmando su condenada estafa.

Creo que han sido múltiples las denuncias públicas a estas artimañas, y no sé si alguna medida ha sido tomada. Pero debería, porque lo que hacen y a quien eligen como presa, lo cataloga, como poco, de rastrero.

2 Replies to “Vándalos estafadores”

Carlos López Soriano

Unos parientes míos han sufrido estas prácticas (la forma de venta me recuerda un poco a la de los apartamentos en multipropiedad, los que seais un poco veteranos os acordareis)….bueno, al final le encasquetaron nada más y nada menos que una plataforma vibratoria, un sillón de masaje y una manta térmica. Les ventilaron 2000 y pico euros.
Encima ni se molestaron en enseñarles como funcionaban…..no me vi con coraje para decirles abiertamente que les habían estafado, ya que ellos estaban convencidoos que «invertir en su salud» era lo mejor que podían hacer. Repugnante.

Y sabes un paso más allá? Cuando dicen «fulanito de tal, de la clínica cual, lo utiliza a diario», usando el prestigio de los demás para dar «validez» a su estafa. Lo se, porque en algún caso ese «fulanito de tal» era yo, y obviamente ni conocía el cacharro tecno-magneto-termo-vibro-energético-terapéutico, ni al impresentable q los intenta vender. Me enteré porque la hija de la anciana tuvo la prudencia de avisarme. Si habitualmente el mundo esta lleno de golfos, en esta época de crisis se multiplican como conejos.

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