mayo 15, 2015

Tenemos dos cuellos

«Me molesta el cuello, pero no como lo que tratamos hace un par de meses. Es el cuello, pero no tiene nada que ver, a los brazos no baja nada, y los muevo bien. Esta vez parece que el dolor que sobra se sube a la cabeza, diría yo»

Algo así me encontré como carta de presentación (telefónica) en un paciente este miércoles. Un paciente con razones sobradas para así expresarse.

Raquis cervical superior y raquis cervical inferior

Existe una diferencia notable entre la biomecánica y la presentación clínica de la columna cervical superior e inferior. Y con más o menos estos argumentos se lo expliqué.

 

La parte más alta de la columna cervical, o zona suboccipital, requiere de un control neuromuscular del movimiento muy fino, para cumplir su cometido de sostén y orientación de la cabeza en pro de una buena disposición de la horizontalidad de la mirada. Su disfunción muchas veces se acompaña de rigidez y molestias en la nuca al girar la cabeza, dolor de cabeza, e incluso mareo.

El raquis cervical medio e inferior tiene un comportamiento clínico que generalmente distribuye los síntomas en el mismo cuello, la zona torácica, los hombros e incluso los brazos. De hecho, se ve influenciado por las posibles disfunciones en estas áreas adyacentes; una zona torácica alta rígida, por ejemplo, puede condicionar un sobre uso del raquis cervical inferior y producir por ello síntomas.

Ello justifica que, una vez identificada el área más comprometida, el tratamiento difiera bastante, así como los ejercicios para casa.

Este paciente en concreto, que ya se había acostumbrado a sus ejercicios con movilizaciones de los brazos, tuvo que aprender nuevas formas de mover la cabeza, para retraer el mentón entre otros.

dos cuellos dos cabezas osteon carlos

One Reply to “Tenemos dos cuellos”

Hola, hace tiempo que sigo tu blog y lo encuentro magnífico.
Ante esta entrada me surge una duda.
El sobreuso de la columna cervical baja del ejemplo que expones debería llevar a la adaptación con el paso del tiempo? No debería nuestro sistema entender el sobreuso como «estoy yendo al gimngimnasio»? Si todo esto fuera cierto, serían principalmente los aspectos psicosociales los que determinarían si el sobreuso se convierte en adaptación o en disfunción?
Muchas gracias por tus aportaciones a la profesión!

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