mayo 27, 2009

Retirar vendajes

La retirada de un vendaje ha llegado a considerarse por muchos un momento traumático. Para algunos incluso más que el de la propia lesión.

En los últimos años, posiblemente debido al auge del kinesiotaping, de llamativos colores, y ciertamente de elevada adhesividad, el paciente mira aterrorizado como aplicas vendas, y no disimula su desazón adelantando el momento de quitar esas pegatinas.
Ahí van pues unos consejos para mitigar el pánico ante el evento en cuestión:

  • El baño es el mejor momento para quitarse un vendaje. Humedecido, cualquier tipo de venda se despega mejor, y además después se puede aprovechar para retirar el adhesivo que queda adherido a la piel.
  • Retire las vendas en la dirección del vello. Para aquellos/as que han disfrutado una depilación a cera no serán necesarias más explicaciones.
  • Retirar la piel del vendaje más que el vendaje de la piel: si la venda está adherida y levanta la piel, será menos agresivo empujar con la otra mano la piel hacia abajo, que insistir tirando hacia arriba de la tira del vendaje.
  • En el caso de pieles delicadas, puede ser recomendable aplicar algún tipo de producto para ayudar a que la venda se despegue. Suelen usarse aceites minerales, limpiacristales, y otros productos comerciales preparados al efecto, etiquetados como “tape removers” (los etiquetan en inglés para que parezcan más modernos y eficaces, supongo).
  • El “pretape” (más moderneces, ¿veis?), la venda no adherente que algunos colocan antes de los vendajes funcionales, o el algodón por debajo de los vendajes compresivos, por supuesto hace más sencilla la posterior retirada del vendaje. No obstante, y sobre todo en el caso de los vendajes funcionales con “tape” (esparadrapo de tela inextensible), no recomiendo su uso por disminuir el componente propioceptivo de la técnica.
Por último, siempre queda el «tirón seco y a la marcha», una técnica rápida, aunque no siempre recomendable, de acabar con el tema.

One Reply to “Retirar vendajes”

Deja un comentario