¿La evolución de los seres? algo impensable, insultante, incluso indigesto para aquellos acomodados en las directrices de carácter más religioso.
Charles Darwin revolucionó el pensamiento de la época con sus teorías al respecto. Viajó, observó, analizó y teorizó, hasta atribuir la evolución de los seres vivos a la selección natural.
Partía entonces de una serie de ideas que posteriormente resultaron erróneas, como las aportadas por Lamarck, de la herencia de las adaptaciones adquiridas, o la de los efectos del uso o desuso de los órganos. Y no contaba con los posteriores descubrimientos, como los realizados por Mendel, relacionados con la genética. Aún así, en su momento, convenció a la mayoría para que se sintieran cómodos con la propuesta de la evolución.
La genética, allá por 1900, revisó conceptos e hizo que la evolución entrara en crisis. Pero, entre 1930 y 1940, autores como Fisher desarrollaron la idea de la genética de poblaciones, y con ello formularon la teoría sintética. Y, con ello, de nuevo cobró aceptación eso de que los seres vivos evolucionamos, dejando a la mayoría convencida, feliz y contenta.
Sírvame esta quizás extensa introducción para recordar que, efectivamente, los seres humanos evolucionamos. Cambiamos. Añadimos los resultados del ensayo-error, las invenciones y descubrimientos de nuestros antepasados, y nos adaptamos al estado de desarrollo social, económico, cultural y político característico de cada época. Algo que en principio podría denominarse avance.
Sírvame también la quizás extensa introducción para recordar que, ciertamente, los seres humanos nos equivocamos. Entendemos como avances el alcance de objetivos no siempre bien planteados, asumimos cogniciones sin suficiente fundamento y por tanto con incapacidad para su extrapolación general. Inferimos resultados a procesos de forma no siempre conexa ni justificada, y nos acomodamos en la ciega fe en cánones más o menos artificialmente presentados para ahorrarnos costosos excesos del propio intelecto.
Y, sírvame también la quizás extensa introducción para recordar que, curiosamente, los seres humanos tendemos a considerar que nuestro saber actual es correcto y definitivo. Tendemos a menospreciar los logros de nuestros antepasados, desde la cómoda posición del que cree que ya todo lo conoce, ignorando el hecho de que aquellos que nos preceden consiguieron su desarrollo con recursos menos adelantados en comparación con los nuestros.
Y, finalmente, sírvame también la quizás extensa introducción para recordar que, respetuosamente, los seres humanos deberíamos mostrar mayor respeto a los hitos alcanzados en cada época por nuestro predecesores, y no nos iría mal una cura de humildad planteándonos cómo nos verán los que vendrán, ya que, probablemente, sigamos estando muy equivocados en muchas cosas, sepamos menos de lo que creemos, y posiblemente ni siquiera podamos asegurar que caminamos en una buena dirección.
Eso será evolucionar.
One Reply to “¿qué será evolucionar?”
Si ves reportages sobre primates una de las pocas cosas q nos diferencia es el hecho q el humano trasmite a su generación posterior los conicimientos adquiridos por esta, sin embargo los primates aprender por simple imitación, pero si hay un individuo con una idea brillante para cojer hormigas si ningún otro lo imita eso no pasara a la siguiente generación, con esta extensa introducción, quiero decir que los aciertos y los fallos (seguro que más falloz que aciertos) hacen q nuestra especie avance y en consecuencia evolucione.
Me encanta tu reflexión Carlos!
Encantado de leerte