La inminencia del periodo vacacional me ha animado a compartir algunas ideas con vosotros, mis lectores. Podemos llamarlos consejos, como he titulado la entrada, o sencillamente considerarlos unas humildes sugerencias para aderezar los días de reposo estival.
- Desperézate. Aprovecha la invitación del cuerpo, de buena mañana, para estirar, casi descoyuntar, la totalidad de tu cuerpo. Cierra los ojos y disfruta la sensación durante el desperezo, y que no quede ahí la cosa. Disfruta de la sensación que viene después cuando relajas todo de nuevo. Es el primer premio tras despertarse (el segundo es la felicidad tras orinar), y hay que disfrutarlo.
- Piensa. Coge un libro (no importa cual), busca un rincón alejado de casi todo, y durante 2 horas (seguro que podrás buscar un hueco para ello durante todas las vacaciones), dedícate a pensar. El libro en las manos, del cual no tienes por qué leer ni una palabra, es la coartada perfecta para que los transeúntes ocasionales no se te queden mirando como si estuvieras planeando malicias o algo peor (mucha gente no se extraña al ver a alguien pegarle a su perro por no querer avanzar, pero se asombran si te ven sentado, sin más, en la sombra de un árbol). Utiliza esas 2 horas para repasar el caminito que lleva tu vida, la realización de tus proyectos personales, valora tus logros y tus fracasos, critícate y felicítate, busca las cosas que en un futuro desearás desechar, las que querrás cultivar, y las que preferirás cambiar. Renueva tus proyectos: quizás pueda gustarte la idea de pasar más tiempo con tus hijos, o sorprender a tu pareja con esa excursión a la nieve que lleva insinuando 7 años, o quedar más con esos amigos que te hacen reír, puede que ya no tenga sentido mantener esa moto tan gorda, igual es el momento de empezar a estudiar un idioma,… no se. Al menos no dejes que los anuncios de septiembre, de esos que venden coleccionables de soldaditos de plomo, muñecas de porcelana o fascículos de aviones de guerra (todos ellos igualmente imprescindibles…) decidan por ti esos nuevos proyectos.
- Muévete. Vas a descansar más, comer más, así que no hay excusa para moverse más: anda, corre, sal en bicicleta, baila, nada. Lo que quieras, pero intenta no atrofiarte en vacaciones. Huye en lo posible del sol, y bebe en abundancia (preferentemente agua). Si hace falta, incluso acóplate a esas tablas garrulas de gimnasia en la playa que tanto agradan a los turistas. Elige lo que quieras, y menea el cuerpecillo.
- Descansa. Es el último consejo. Roma es muy bonita, también lo es Atenas (aunque, como decía Gila, esté toda rota), y el camino de Santiago (Xacobeo este año) no tiene desperdicio. Pero no organices estas cosas con final el día antes de volver a trabajar. Déjate al menos un par de días antes de currar para, sencillamente, no hacer nada, coger energía, e incluso aburrirte un poquito para empezar con más ganas.
Y con ello me despido hasta después de agosto, deseando un disfrute de esta época estival.
¡Un abrazo a todos!
3 Replies to “Mis consejos para vacaciones”
Que pases unas maravillosas vacaciones!!!…Te las has ganado!!!…Nada mejor que un buen curso de neurodinámica para volver de las vacaciones. Nos veremos en Septiembre. Un fuerte abrazo: David
Que pases una buenas vacaciones pero tú en especial no te dediques mucho a pensar que ya le das bastante al coco el resto del año 😉
Te esperaremos ávidos de leerte a tu regreso. Me ha gustado lo de desperezarse, realmente es un gran placer que procuraré practicar todo lo que pueda.
Besos!
maite
Felices vacaciones maestro, un lector que te echará de menos para seguir aprendiendo de tus entradas.
Respecto a los consejos, me sorprende y destaco el más importante, la reflexión, puesto que tendimos a distraernos con lo que sea, de forma inactiva.
Un saludo y buenas reflexiones.