Ironman osteon jorge
octubre 1, 2017

Ironman

Ayer sábado Jorge López Palenzuela participó en la competición de Triatlón de Ironman de Calella. Con un tiempo de 8 horas 52 minutos recorrió 3,8 km nadando, 180 km en bici y 42 km corriendo. Y con ese tiempo consiguió clasificarse para el Campeonato del Mundo que se celebrará en Hawaii.

Premio al esfuerzo

Un éxito rotundo como merecido premio al esfuerzo. Y no solo al esfuerzo de este último año, ni siquiera de su etapa como triatleta. Porque esto viene de lejos. Lo tengo claro porque Jorge es mi primo y es con quién desde los 8 años he compartido trayectoria deportiva.

Desde esos inicios ya destacaba como cabezón corriendo. Porque se puede decir de formas más diplomática, pero si hay algo que destacar es el empeño que le ha echado siempre.

Empezó el triatlón hace no muchos años como un experimento. De hecho, si no recuerdo mal, algo tuve que ver en ello. Ya llevábamos nuestros pinitos hechos algún verano entrenando todos los días en la piscina, e incluso llegamos a participar en Benifaió en nuestro primer duatlón. Pero sería en el triatlón de Valencia donde debutaríamos. Un evento especial en el qué ya apuntaba maneras. Y un momento en que decidí que para esos trotes se necesita demasiado tiempo, y que a partir de entonces le acompañaría como fisioterapeuta. Una labor, todo sea dicho, que te supone menos sofocos.

Aunque tampoco muchos menos… Solo hay que recordar el momento en el que una fractura de clavícula por caída en bicicleta torció la evolución de los entrenamientos. Creo qué verlo en la bicicleta estática entrenando con el cabestrillo, un día antes de la cirugía para instalarle una placa de metal en la clavícula, es una imagen que auguraba que de nuevo por falta de narices la cosa no iba a ser. O el momento en el que le daban permiso médico para empezar a rehabilitar y mover suave el brazo, y ya tenía a Jorge corriendo y nadando como una bestia.

En fin.

La competición

El caso es que este sábado nos tuvo a todos a punto de infarto. Juan Yuste, su entrenador y artífice de gran parte de este triunfo, estuvo acompañándole reloj en mano, o más bien aplicación móvil en mano, durante la prueba. Y nos mantuvo informados por el grupo de WhatsApp del Tricul, el equipo de Triatlón al que pertenecen y al que llevamos patrocinando un par de años, narrando entre sesgos de información y dudosas aportaciones de otros compañeros del equipo, una progresión hasta conseguir el objetivo de forma casi agónica.

Hizo una buena prueba de natación, aguantó el ritmo en bicicleta, y empezó a correr el maratón como si no hubiera un mañana: sin atender al pulso, sin atender al reloj, vamos sin atender a nada más que a las sensaciones para llegar a exprimirse en la parte de prueba que más domina. En sus palabras: a cuchillo.

Y así consiguió ese quinto lugar, rodeado de triatletas de altísimo nivel de diferentes nacionalidades. Un puesto que le clasifica para un nuevo reto, el Campeonato del Mundo de Ironman de Hawaii.

Porque eso de descansar nunca le ha ido demasiado.

Enhorabuena, Jorge!

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