Hace unos años recibí un mensaje (de esos de rápido intercambio, por llamarlos de alguna forma), en relación con el íctus, el Accidente Cérebro-Vascular (AVC), orientado a la detección precoz de este tipo de ataques. Hace unos días una colega de profesión publicó en su blog el siguiente artículo, y he creído oportuno incluirlo aquí para dejarlo a disposición de mis lectores.
El Ictus es una urgencia médica.
Si usted detecta signos del AVC, actúe rápido, vaya a Urgencias o llame al 112.
Cuanto antes reciba tratamiento, mejores serán sus oportunidades de recuperación.
Los síntomas de un ictus aparecen bruscamente. En cada caso dependerán de la zona del cerebro dañada por la alteración del flujo de sangre y pueden ser muy variados. Sin embargo, en la mayor parte de los casos consistirán en uno o varios de los siguientes:
- Adormecimiento, debilidad o parálisis en un lado el cuerpo, por ejemplo, brazo o pierna flácidos, descenso del párpado o asimetría de la boca.
- Forma de hablar rara, dificultad para encontrar las palabras o para entender lo que se le está diciendo.
- Trastorno repentino de la visión, en uno o en los dos ojos.Visión borrosa repentina o pérdida de visión.
- Confusión.
- Dificultad para caminar, pérdida de equilibrio o de coordinación de los movimientos.
- Dolor de cabeza muy intenso, brusco y no habitual.
Parálisis facial: ¿Puede la persona sonreír?¿Tiene su ojo o sus labios caídos?
Debilidad del brazo: ¿Puede la persona levantar los dos brazos?
Problemas en la comunicación / habla: ¿Puede la persona hablar claramente y comprender lo que le está diciendo?
Si el paciente o sus familiares sospechan que se está experimentando cualquiera de estos síntomas debe acudir al hospital más próximo, aunque los síntomas remitan por completo. El hecho de que se hayan presentado indican riesgo elevado de que el cuadro se repita y se instaure de manera permanente.