ansiedad osteon
septiembre 30, 2017

Ansiedad

La ansiedad es un término que con mucha frecuencia sale a colación en la entrevista con el paciente. Es un tema que ocupa muchas conversaciones alrededor de la salud. Es tan habitual que muchas veces sorprende la incorrección con la que se utiliza. Iván Claver, psicólogo en Mariva Psicólogos, se ha ofrecido a redactar esta entrada para aclarar su significado y consecuencias.


¿Qué es la ansiedad?

Cuándo pensamos en ansiedad, a todos, nos viene a la cabeza automáticamente que es algo malo, negativo, perjudicial… pero, realmente, no lo es. La ansiedad tiene una función de preparación, esto viene de nuestros antepasados. Os pondré un ejemplo con el que entenderéis por qué la ansiedad era (y puede seguir siéndolo) beneficiosa para nosotros.

Imaginemos que somos uno de los primeros seres humanos, estamos en medio de la sabana intentando cazar y de repente nos aparece un león. En este momento nos salta la alarma y nuestro cuerpo se prepara para las respuestas de supervivencia que son 2: lucha o huida. Para ambas vamos a necesitar una serie de características para estar preparados. El cerebro activará unas áreas y desactivará otras.

Por ejemplo en ese preciso instante lo que vamos a necesitar es mucha energía en los músculos (ya sea para correr o para pelear). Por eso nuestro corazón se acelera (así llega más sangre), nuestra respiración también (obtenemos más oxígeno). Es posible que lleguemos a temblar (los músculos se tensan). También podemos tener visión en túnel (ya que sólo nos importa un objetivo en concreto). Por otra parte, nuestro cuerpo «piensa» que hay otras funciones que ahora no son tan importantes. Es el caso del sistema digestivo, ya que para digerir la comida gastamos energía. Por eso en estas situaciones se nos va el hambre, tenemos un nudo en el estomago o incluso tenemos angustia. Nuestro sistema inmunológico también rebaja su actividad (el cuerpo no quiere preocuparse ahora de si me constipo o no, solo quiere sobrevivir). Y hasta nuestra atención y memoria se ven afectadas, ya que en ocasiones no nos acordamos de nada, y en otras somos capaces de recordar hasta los más pequeños detalles (a veces se «apaga» para no gastar energía y en otras ocasiones «graba» todo para aprender de esa situación).

Visto en lineas generales cómo funciona la ansiedad, ya entendemos un poco mejor por qué no es tan mala, si no que es adaptativa.

¿Cuándo la ansiedad es un problema?

El problema viene cuando en vez de un león (que nos podría aparecer tan sólo en contadas ocasiones), yo empiezo a «prepararme para luchar o huir», es decir, a sufrir ansiedad, ante situaciones tan poco amenazantes como puede ser hablar en público, no entregar un informe a tiempo, entrar en un ascensor…

E incluso esto no sería tan malo si fuesen momentos puntuales, el verdadero problema comienza con la cronicidad. Mi cuerpo está preparado para estar nervioso un rato, y una vez ha pasado el peligro, volver a la normalidad y recuperar las energías. Pero si en vez de esto, permanezco tenso, hipervigilante y «preparado» durante horas, días, semanas… a mi cuerpo le pasa factura, los músculos permanecen demasiado tiempo tensos, mi sistema inmune disminuye y es más fácil que me acabe poniendo malo: mi sistema digestivo se desregulariza y por eso a veces no como nada y otras tengo mucha hambre, estoy más distraído y con fallos de memoria…

Por todo esto es bueno aprender a controlar esta ansiedad, a ponerle freno y a que sólo aparezca en los momentos que realmente nos hacen falta. Es decir, que vuelva a ser algo adaptativo, y no un problema añadido.

La psicología puede ayudarte a controlar los pensamientos que te ponen nervioso, a que no anticipes aquello que puede que no llegue ni a ocurrir pero que te generan ansiedad, que aprendas a ponerle freno a estas situaciones y tú tomes el control. La fisioterapia puede ayudarte a relajarte cuando lo necesites, reducir las consecuencias físicas de la ansiedad, para que estos nervios no te pasen más factura de la necesaria.

Esperamos que con este artículo hayáis podido entender un poco mejor cómo funciona la ansiedad y las consecuencias que tiene en nuestro cuerpo, tanto las positivas, como las negativas. Y recordad, que la mejor solución es la prevención, y antes de que la cosa pueda empeorar acudid a un profesional.


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