osteon dispositivos estres fisico
diciembre 11, 2017

Adaptación de los tejidos al estrés y su control

Estimulo necesario para fomentar la recuperación

En los procesos de recuperación de lesiones, resulta clave la readaptación a las actividades que el paciente estaba realizando anteriormente. Especialmente cuando son actividades físicamente exigentes como en el caso de los deportistas. Dicha readaptación debe ser personalizada. Debe adaptarse acorde a la lesión y a los objetivos del paciente.

Hastaaquí ninguna novedad, la teoría pinta bien. Pero trasladarla al día a día es otro cantar. Ello es debido a la dificultad que entraña saber si estamos aplicando el estímulo adecuado en cada momento para optimizar la recuperación.

Teoría del estrés físico

Ya hace algunos años surgió la teoría del estrés físico (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11922854). Dicha teoría considera el estrés físico como la fuerza aplicada a ciertas áreas de tejido biológico. Esta fuerza resulta clave en su adaptación a las nuevas demandas. Se centra en la adaptación al estrés de diferentes tejidos del cuerpo (muscular, conectivo, epitelial  y nervioso) y se basa groso modo en los siguientes principios:

  • los diferentes niveles de estrés físico causan una respuesta predecible en todos los tejidos biológicos.
  • La respuestas de los tejidos al estrés físico pueden ser: descenso de la tolerancia al estrés (p. ej. atrofia), mantenimientoincremento de la tolerancia al estrés (p.ej. hipertrofia), lesión y muerte.  Por lo tanto, dicha respuesta es un continuo entre un estímulo insuficiente que disminuye la tolerancia a los tejidos y un estímulo excesivo que provoca su muerte. El nivel óptimo de estrés tisular que generará las adaptaciones necesarias se sitúa en un punto intermedio.
descenso de la tolerancia-mantenimiento-incremento de la tolerancia-lesión-muerte

Optimización y personalización  del estímulo físico

Según la teoría, la complicación a la hora de diseñar los agentes estresantes, viene cuando debemos personalizar el ejercicio para cada paciente. Cuando hay que establecer los umbrales en los que el estímulo es el adecuado. Sería un proceso similar al de entrenamiento, en el que se buscan los ejercicios adecuados para mejorar el rendimiento.
Una forma de controlar los estímulos que prescribimos es mediante dispositivos tan populares hoy en día como los pulsómetros-GPS 

En un artículo reciente (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1466853X17305187) sobre la utilización de los dispositivos portátiles (pulsómetros, acelerómetros, etc.) en la monitorización del estrés físico en la recuperación de lesiones en corredores, sus autores instan a los fisioterapeutas a profundizar en su utilización, con el fin de controlar el estrés tisular atendiendo a variables como intensidades, volúmenes de trabajo y fuerzas de impacto.

Ejemplo de uso de dispositivos para el control del estrés tisular

En síndromes de estrés tibial se propone aumentar la frecuencia de la zancada y controlarla mediante un acelerómetro. O incluso con los nuevos relojes GPS. En corredores con tendinopatía rotuliana, proponen controlar el volumen de entrenamiento progresando cuidadosamente y en tendinopatía aquilea proponen controlar la velocidad de carrera, en ambos con dispositivos GPS y de frecuencia cardiaca.

Contamos también con sistemas de valoración del movimiento, como pueda ser el video. Hoy son muy accesibles por su disponibilidad en el móvil. Estos sistemas pueden también ser de interés a la hora de controlar el estrés tisular. Por ejemplo, en el caso de la excesiva aducción de cadera durante la carrera. Es un hallazgo interesante por su relación con el dolor femoro-patelar. Y, por descontado, también podemos utilizar las populares bandas de control del número de pasos diarios.

Muchos de nuestros pacientes utilizan regularmente el pulsómetro. Además, es relativamente sencillo compartir sus entrenamientos de manera no presencial. Esto nos permite controlar algunas de las variables del proceso de recuperación. Si utilizamos el ejercicio como una herramienta útil en nuestras intervenciones, saber cómo dosificarlo va a ser clave en nuestra práctica diaria. Por ello, aprovechar la popularización de dispositivos más inaccesibles en épocas pasadas nos permitirá mejorar la dosificación del ejercicio para nuestros pacientes.
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