Continuamos nuestro paseo por la radiculopatía cervical con algunos conceptos básicos para el reconocimiento de este cuadro clínico.
En gente joven, la radiculopatía cervical generalmente se relaciona con una hernia discal (20-25%), o lesiones agudas, como las relacionadas con el latigazo cervical, que generan un impingement de la raíz nerviosa a nivel foraminal. En pacientes mayores, la raíz suele verse comprometida por el estrechamiento del foramen en relación con formaciones osteofitarias, disminución de la altura del disco, y otros rasgos degenerativos de las articulaciones unciformes o facetarias.
Dentro de los factores de riesgo asociados a este cuadro neuropático, encontramos los trabajos en los que se levantan cargas elevadas, fumar, conducciones prolongadas o uso de maquinaria con un índice de vibración importante. Aunque menos frecuentes, también se relacionan con determinados tipos de tumores e infecciones.
El síntoma predilecto de presentación de la radiculopatía cervical es el dolor. Un dolor exquisito, además. La localización del dolor radicular orienta hacia la raíz afectada: la raíz C5 resulta en dolor del hombro y de la parte superior del brazo, la C6 en dolor sobre la cara anterior del brazo y parte lateral de antebrazo, la C7 en dolor sobre el tríceps y la región mediana del antebrazo y la C8 sobre la parte mediana del antebrazo. Ocasionalmente el dolor puede irradiarse hasta los dedos.
El dolor aumenta con los esfuerzos por incremento de la presión intraespinal (estornudo, defecación, esfuerzos violentos) y también con los movimientos del cuello; se asocia con hipertonía muscular cervical y puede aumentar de noche por la disposición “alargada” de la columna en la posición de decúbito, y por el descenso de la presión arterial que condiciona una hipoxia radicular; posteriormente aparece déficit motor, sensitivo y de reflejos.
Diversas técnicas de diagnóstico por imagen (mielografía, resonancia,…), así como las electromiografías, electroneurografías y potenciales evocados, dan apoyo para identificar la radiculopatía cervical. Y, principalmente una exploración clínica correcta tras el examen subjetivo de rigor, permite identificar la radiculopatía cervical con concreción anatómica.
Intentaré sintetizar dicha exploración en el siguiente post, pero no sin antes dejar a este simpático muchachote recordarnos el territorio de inervación sensitiva de C7.