noviembre 27, 2011

Opinar sobre la osteopatía

En la línea de estos días, y azuzado por uno de los grandes blogs en estos derroteros de internet “La Ciencia y sus Demonios”, daré mi opinión (insisto, opinión) acerca de la osteopatía.

Lo haré desde un contexto personal, en plan histórico, a ver si esto lo hace menos pesado.

Estudié fisioterapia hace unos quince años, y pronto fui decantándome hacia la especialización (que no especialidad, de momento) en el tratamiento de los desórdenes músculo-esqueléticos y del movimiento.

Me formé en osteopatía poco después, ya que por entonces no había mucha más opción de formación complementaria a la fisioterapia, sobre todo para aquellos que nos interesaba mejorar nuestras aptitudes en el campo de la Terapia Manual.

Los seminarios se sucedieron con grandes cargas de repaso de anatomía y patología, y con el meticuloso desarrollo de un sinfín de técnicas manipulativas. La mayoría de esta formación cumplió mis expectativas, pero encontré algunos pequeños problemas que ahora, desde otra perspectiva, me parecen algo mayores.

Demasiado “esto es así porque sí”, y mucha subjetividad en los docentes a la hora de razonar sus actuaciones. La evidencia científica brillaba por su ausencia, y la gran enemiga de la ciencia, que no es otra que la fe, era necesaria para entender una serie de cadenas lesionales y de efectos mega-reflejos a los que la fisiología no siempre daba aval.

No obstante, con el paso del tiempo, y la práctica, cuidando de seleccionar de cada saquito las manzanas buenas y dejando las malas, fui incorporando a mi praxis lo aprendido y, añadiendo el efecto de la carga de anatomía y patología, así como otros “extras” como la exploración ecográfica y el diagnóstico en pruebas de imagen, la suma resultante no fue del todo negativa.

Incluso recuerdo asistir a un congreso de osteopatía, en el que se presentó alguna que otra ponencia aceptable en cuanto a validación de alguna técnica aislada. Un pifio que seguí encontrando fue el etéreo marco conceptual en el que pretendían calzar dichos resultados.

Pasaron los años y, una vez agotado el tema estructural, el afán holístico de la osteopatía nos presentó la osteopatía craneal y visceral; no tuve estómago para seguir, porque aquello no había por donde cogerlo. Demasiado conformista había que ser para permanecer impasible, y decidí dejarlo estar.

La Medicina Basada en Evidencia fue calando en nuestra profesión, algo que conseguí advertir en Londres, donde empecé a formarme con el NOI Group en neurodinámica y dolor. Gente como Butler, Moseley, Luomajoky, Beames, entre otros, nos miraban con cara extraña a los que comentábamos esto de la osteopatía como evolución de la fisioterapia en España. Gente que no había abandonado su rol ni su atribución de fisioterapeutas, que basaba en la ciencia su trabajo clínico y docente, me obligó a cambiar radicalmente el chip, a ser mucho más crítico, y a revisar el camino hasta entonces andado.

Bien cierto es que, como todo, la educación en osteopatía ha evolucionado. Y, sobre todo, la formación inicial de los alumnos, con más carga lectiva en metodología de investigación, y más acostumbrados a trabajar con revisiones bibliográficas y a cuestionar las rotundas afirmaciones de sus profesores.

Determinadas acciones formativas actuales relacionadas con la osteopatía, incluso algún máster oficial de Terapia Manual, lo hacen desde un punto de vista menos ilusorio y crédulo, e intentan despertar en los alumnos un interés real por la investigación de los efectos de determinadas técnicas.

También, supongo, seguirán las escuelas clásicas, ancladas en una actitud altiva, sin ánimo de barajar más posibilidades, y, en definitiva, con pocas ganas de bajarse del burro.

 

Cuando mis compañeros y alumnos me piden una opinión acerca de la utilidad de animarse a estudiar osteopatía, lo primero que les digo es que piensen bien hacia donde quieren dirigir su formación, y que se informen de lo que la osteopatía puede ofrecerles.

Si el fisioterapeuta es consciente de las limitaciones conceptuales de la osteopatía, pero permanece atento a todo lo bueno que pueda aprender, siempre sin olvidar su identidad de fisioterapeuta, y manteniendo una capacidad de razonamiento clínico abierto, sin procederes injustificadamente prefabricados, los aportes de la osteopatía pueden ser óptimos.

Si el alumno simplemente pretende seguir la corriente de la moda, sin pararse a valorar las implicaciones de lo que le enseñan, puede que acabe gastando tiempo y dinero para acabar haciendo crujir articulaciones «porque sí» y, lo que es aún más lamentable, creyendo que con ello está por encima de otros profesionales con menos espectáculo en su praxis.

Entiendo que a muchos compañeros fisioterapeutas algo de lo expuesto no les haga gracia, y otros tantos no estén de acuerdo. Pero por eso he insistido en que es un artículo de opinión, y dejo abierta la cajita de comentarios para leer las vuestras, del mismo o más valor que la de un servidor.

Y, para sumar opiniones, quedáis también invitados a visitar los blogs de los siguientes compañeros, tratando el tema que hoy nos ocupa:

Fisioterapia en Atención Primaria

25 Replies to “Opinar sobre la osteopatía”

Carlos, desde Argentina. Gracias! estudio Osteopatía y terapia manual desde hace diez años, con muchas satisfacciones y también desiluciones ( científicas)…También me licencie previamente en Fisioterapia.
Habiendo explorado y trabajado en conciencia tanto con la fisio clásica como con osteopatía, lo que tengo claro es que sigo Osteopatía …Estoy de acuerdo contigo en que el método deja muchos muchos baches, dudas fisiológicas, anque en la misma medida que aporta soluciones. Saludos!

Un tema que quizás hemos despreciado un poco es el hecho de que los temarios de anatomía, biomecánica y patología que estudiamos en osteopatía, efectivamente sí refuerzan las capacidades del fisioterapeuta «raso»
y las técnicas de movilización, sobre todo si las sabes adaptar, también
(sólo hablo de la osteopatía estructural)

yo el problema principal lo encuentro en el marco conceptual osteopático, que marea mucho a los alumnos y generalmente les hace creer que se convierten en seres casi supremos, cuando muchas veces acaban siendo monos de repetición

es una de cal, y una de arena

si se mejora la formación de base del fisioterapeuta en terapia manual, la osteopatía dejará, sencillamente, de aportar

Hola a tod@s,
Bueno, es muy interesante los mensajes que se han publicado y las diferentes opiniones de los que intervienen. Muy enriquecedor y valiosisimo la opinión de todos y todas.
Sin entrar a si esto sirve, si lo otro no tiene evidencia científica o si aquello es mejor. Yo daría un apunte que nadie lo ha dicho y que a mi entender es algo fundamental.
Osteopatía? pues hay en nuestro país osteopatas como churros, pero yo afinaria un poco; cuántos son realmente buenos? os aseguro que muy pocos pero que muy pocos.
No se trata de si sirve, si no sirve, si aquello es más eficaz… se trata de que no todos tenemos las mismas habilidades ni la misma sensibilidad. Uno podra haber hecho muchos años de osteopatía, ser DO, dar clases etc etc.. que si es un manazas, no tiene sensibilidad,intuición, etc pues sólo servirá para eso. Para dar clases, y/o estudiar.
Habrá siempre algunos o algunas que con su formación de osteopatía sean unos grandes profesionales. Tengan esa sensibilidad en las manos, ese tacto, esa intuición… Y esos o esas, son muy pocos porque todo eso NO se aprende por muchos cursos o masters que hagas. Asi, de claro.

Esto es lo mismo que ser médico, pensaís que todos los médicos por el hecho de tener su titulo son todos iguales de buenos??, eficazes??? lamentablemente, NO. Luego encuentras con unos pocos que son muy buenos médicos y con muchos que igual te aciertan que igual no te aciertan , que igual te dejan peor.
Pues en esto de osteopatía o cualquier otro tipo de terapia manual pasa lo mismo. Te encontrarás con gente superbuena, repito muy pocos, y luego con muchos que no te resolverán nada.
Saludos.

FisioQuiraya, me temo que no puedo estar de acuerdo contigo en la parte final de tu comentario(el resto lo suscribo hasta la última coma), me temo que en esas especialidades que en un futuro esperemos poder desempeñar los fisioterapeutas, la Osteopatía no debería tener, ni problablemente tendrá cabida ya que la terapia manual es una técnica más y no puede considerarse especialidad además de ser inherente al título de fisioterapeuta «raso» con más o menos destreza eso sí, pero no puede ser contemplada como especialidad alguna, no así la fisioterapia Respiratoria o la comunitaria en las que se requieren aptitudes específicas que requieren unos conocimientos y formación muy concretos(basadas en hechos probados, por supuesto, y aquí también hace aguas la osteopatía). La terapia manual no es, ni será más que una herramienta dentro de las distintas especialidades. Un símil de lo que propones sería una enfermera especialista en toma de tensiones o un médico «recetólogo» suena un poco raro, no?

Guillen, la osteopatía es pseudociencia. No existen eminencias de la osteopatía, ni de la terapia miofascial, ni de la ¿biospinología?, ni de la RPG. No hace falta estudiar cada una de estas pseudociencias para saber que son chorradas como no hace falta estudiar astrología o quiromancia para saber que son chorradas.
La osteopatía no aporta nada. Ya está. No es tan difícil decirlo.

di_berti_da, no podría estar más de acuerdo contigo. La Fisioterapia es ciencia nos guste o no. Por ello como Fisioterapeutas debemos utilizar Fisioterapia basada en la evidencia y no pseudociencias y magufadas varias.
«Si la osteopatía (u otra corriente) no se fundamenta en la evidencia científica pues habrá que descartarla. Y si hay ciertas técnicas de la corriente osteopática que sí tienen evidencia pues incluyámoslas».
Aunque, al contrario que muchos fisioterapeutas, rompo una lanza en favor de Carlos.
«Si el fisioterapeuta es consciente de las limitaciones conceptuales de la osteopatía, pero permanece atento a todo lo bueno que pueda aprender, siempre sin olvidar su identidad de fisioterapeuta, y manteniendo una capacidad de razonamiento clínico abierto, sin procederes injustificadamente prefabricados, los aportes de la osteopatía pueden ser óptimos».
La osteopatía puede aportar y aporta (recordemos que un 75% de los fisios están formados en osteopatía), pero remarcaría, siempre sin olvidar su identidad de fisioterapeuta, porque a veces nos dejamos «comer el tarro» con muchas de estas terapias alternativas y se nos empieza a «ir la olla» literalmente.
En cualquier caso, el problema está en la ausencia de una buena regulación. Resulta que es la fisioterapia la que está regulada como profesión sanitaria y no la osteopatía, tan sencillo como eso, me da igual como esté regulado en otros países. Pero creo que todos nos damos cuenta de que YA es hora de añadir especialidades a la fisioterapia, donde creo que posiblemente la osteopatía tendría un hueco en la terapia manual.
Un saludo.

Publicado por Guillem Roger Gil: A lo largo de mis 8 años como fisioterapeuta he podido asistir a gran diversidad de eventos, formaciones, charlas, ponencias, colaboraciones. Mi vagueza formativa se ha desarrollado en los diferentes y variantes escuelas: Maitland (Pieter), dolor miofascial-Punción seca(Orlando Mayoral), RPG (Philip Shouchard); fisioterapia deportiva (U.Internacional Catalunya, OSTEOPATIA (eom), EPI, etc; y un sin fín de malas influencias: BIOSPINOLOGÍA (Encarna España), Neurodinámica (Luís Baños), Hidroterapia(Gramage).Bueno, disculpar con el «menu del día» de un fisioterapeuta en España. Un fisioterapeuta que ha colaborado con nuestro impresionante CARLOS LÓPEZ CUBAS, del doc. MIGUEL ÁNGEL BUIL (eminencia en medicina deportiva), el gran LUÍS PALOMEQUE (Osteópata), soberbio PIETER (Maitland).Sí digo MENÚ DEL DÍA, porque en este país la fisioterapia postgrado se ha convertido un un sin fín de formaciones, masters, clínics y demás, en los que se han aprovechado de mí como de muchos otros compañeros, donde he asistido a verdaderos teatros, espectáculos y como le digo a mis alumnos «circos del sol», donde un personaje me vende una técnica cómo si fuera la panacea o la solución universal a una lesiÓn. Además, como no, sin ningún tipo de acreditación ministerial. Pero sí, gracias a todo esto, hoy me siento fisioterapeuta, osteópata, terapeuta, salvador;y como no gracias a una experiencia de 8 años y 40 pacientes diarios (universitarios, deportistas, mutuas) con éxitos y herrores. Yo GRITO AL FISIOTERAPEUTA, no perdáis el norte, poner los pies en el suelo, y no olvidéis que somos fieles al paciente, a la salud y la sanación del lesionado, y no al engaño y a la estafa. Corresponderos con el rol que os pertenece, y no hagáis de doctores House, que ya está el de la tele. NO OLVIDÉIS QUE PARA CRITICAR HAY QUE CONOCER, Y ESTUDIAR, y hablar sin conocimiento es vulgar y no profesional. Y EN CUANTO A LA OSTEOPATÍA, POR LO MENOS ME DA UNA BUENA BASE PARA ASENTAR OTRAS TÉCNICAS!! Y POR SUPUESTO NO ES LA PANACEA!! Que pena que no tengamos a los NOI en España para construir con ellos, cosa que ha conseguido el sectario François RICARD. Y saber que existen especialidades, que hay que derivar, aprender del fisioterapeuta profesional y del médico competente (no veterinario). No dejemos de ser equipo, que la unión hace la fuerza.

SALUDOS DE UN DEVOTO DE ESTA PROFESIÓN

Para empezar diré que la fisioterapia NO ES UN ARTE, Mr. @Anónimo. La fisioterapia ni tiene duende como Lorca, ni musas, ni ninfas ni gnomos. Es ciencia. Y si algo intentan con sus blogs Carlos y los demás es dejarlo claro, tanto para pacientes, como para otros profesionales sanitarios como para los propios fisioterapeutas. Y esto es algo que nos tiene que quedar claro a todos, y a nosotros, los fisios, los primeros. Y si la osteopatía (u otra corriente) no se fundamenta en la evidencia científica pues habrá que descartarla. Y si hay ciertas técnicas de la corriente osteopática que sí tienen evidencia pues incluyámoslas, pero dentro de algo denominado terapia manual, no osteopatía.

Carlos, enhorabuena por la entrada. Creo que ha quedado claro y también por tu ultimo comentari, cual ha sido tu evolución natural debido a motivaciones científicas.

Al final es cuestión de gustos: nada es mejor que nada, en principio. Un fisioterapeuta con inclinaciones científicas y de librepensamiento «sufrirá» bastante en condiciones de contornos osteopática. Un fisioterapeuta que no tenga estas inclinaciones, sino más bien esté motivado por desarrollar habilidades perceptivas y sus implicaciones con una cosmovisión holística del ser humano, se encontrará más cómodo con la osteopatia y hallará en ella una excelente vía de expresión. Qué es preferible para un fisioterapeuta, sin un perfil científico y crítico o uno holístico es un tema que concierne a la ética, entendida ésta como ciencia última de las actividades humanas. No obstante, se puede argumentar que estoy planteando un falso dilema y hasta cierto punto es verdad: las cosas no son blancas o negras, ya que hay todavía algo de pensamiento mégico en fisioterapia y algunas consideraciones osteopáticas sí son rigurosa.
Lo que si es cierto, no obstante y esto lo reconocen muchos osteópatas, es que la MBE está desfigurando a la osteopatía. Si sus principios fundacionales no se pueden demostrar y lo que se demuestra es lo que tiene en común con la fisioterapia, ¿qué le queda para diferenciarse? En otras palabras ¿le interesa a la Osteopatía dar por fin un paso al frente y definirse como pesudociencia para poder sobrevivir? Reflexionaremos sobre ello en breve.

Un abrazo!!!

PD: Me gustaría comentar un párrafo de tu texto:

«Si el fisioterapeuta es consciente de las limitaciones conceptuales de la osteopatía, pero permanece atento a todo lo bueno que pueda aprender, siempre sin olvidar su identidad de fisioterapeuta, y manteniendo una capacidad de razonamiento clínico abierto, sin procederes injustificadamente prefabricados, los aportes de la osteopatía pueden ser óptimos»

Esto sería cierto si los fisioterapeutas salieran de la carrera con un mínimo razonamiento crítico desarrollado. Me temo, sin embargo, que de momento, la media de los fisioterapeutas, tanto recién egresados como antiguos, tenemos la misma capacidad de librepensamiento que un mocoso de 3 años.

A algunos podrá no gustarle lo q escribes … seguro q porque todavia no saben lo mucho que queda por aprender. Gracias por molestarte en escribir para que otros menos exploradores lo podamos leer. abrazo crack!

Me apunto a eso de dejar por escrito una historia y un tratamiento a un colega, claro que si, creo que ya han pasado los «tiempos oscuros», no tengo nada de lo que avergonzarme en mis valoraciones ni en mis tratamientos, y me encanta que un compañero me pueda aportar algo que a mi se me escape. También creo que cada vez somos más los que hablamos el mismo idioma, los que hablamos de fisioterapia sin más (y sin menos también). @Anónimo, tu no lo haces?
Sobre el tema que nos ocupa, me siento totalmente reflejado en los post que habeis escrito (fisios 2.0), y a veces tengo la sensación, solo a veces, de que además de ser una super-marca (la Osteopatía), no deja de ser usada como un recetario muúsculoesquelético, donde se deja p.e y en ocasiones el movimiento fuera, no el de las art pero si el del paciente, o la funcionalidad, o el uso…
Esto último probablemente sea una #idadeolla.

Cada fisioterapeuta mezcla y remezcla. Nada malo en ello mientras se haga desde el prisma de la ciencia… no? la ciencia es la que nos hace avanzar

neula.

@Anónimo

«Tú cogiste solo lo que te gustó. Igual hacen otros. A cada uno le gusta una cosa. Cada fisioterapeuta mezcla según su arte.»

¿Se puede ser un poquito más demagógico en menos líneas? Yo creo que no. Porque de toda la gente a la que le podrías haber soltado eso, se lo dices a Carlos… A Carlos! Madre mía…

Anónimo:

Me encanta que hayas hecho este comentario, para darme la oportunidad de aclarar algunas cosillas del post que nos precede.

Empezaré por el final:
Sí, por supuesto, hoy en día, me atrevería a dejar por escrito (lo hago, de hecho) mi valoración y tratamiento de un paciente concreto para que lo viera otro colega y lo comentase según su punto de vista. Y sí, creo, y me consta, que muchos están de acuerdo conmigo, y si cada fisioterapeuta haría algo distinto para el mismo paciente es porque si le remito un paciente es porque lo que quiero que le haga está fuera de mis competencias (suelo pélvico, ictus, enfisematosos,… en fin, muchos pacientes que pueden beneficiarse de una fisioterapia en la que no me encuentro suficientemente formado para ofrecerle una calidad deseable en el tratamiento), del mismo modo que recibo muchas remisiones en pacientes con problemas en los que tengo mayor capacitación (dolor crónico, niños, neuropatías periféricas,…).

Y no, no estoy de acuerdo en que la actitud que mostré hace 10 años supone que ni se avance ni se mejore.
Me explicaré.

Mis primeros pinitos con la investigación se los debo a Pedro Vergara, eminente fisioterapeuta en el campo de la fisioterapia respiratoria.
Siendo alumno, colaboré con él en la organización de 2 congresos internacionales de fisioterapia, donde conocí al fisioterapeuta de «superman» (C. Reeve, al que se le debe más de lo que pueda parecer, aún vivía por entonces) y a otras grandes figuras de la fisioterapia respiratoria y la neumología. En relación con todo ello, participé en un estudio con niños asmáticos y mocoviscidóticos con la realización de pruebas respiratorias y ejercicios en el agua. Mi parte era práctica, tomar datos, y de investigación e interpretación de los mismos hice entre 0 y menos.
Pero el gusanillo picó, y empecé a trabajar en la idea de los posibles efectos del estiramiento del diafragma en esos hiperinsuflados tórax de los pacientes con EPOC.
Para buscar lo que se había estudiado de ello, me tocó ir a una extraña habitación en los pisos más altos del edificio de medicina, donde con un medio falsificado carnet de investigador, una documentadora muy amable me explicó como teclear en un ordenador que, si seleccionabas bien las palabras (algo así como el genio de la lámpara maravillosa y la estricta formulación del deseo a pedir) te encontraba, tras unos minutos de espera, artículos que por 600 pesetas más o menos podría adquirir 2 semanas después.

No me enrollaré más con el tema, aunque da para metros de persianas.

Jesús Rebollo, en un congreso reciente, hablo de las etapas que la fisioterapia ha atravesado desde su implantación en España, primero del fisioterapeuta ayudante o auxiliar, después como profesional, y actualmente como científico.

Aquellos que sólo conocen la última etapa, que han estudiado con internet en su poder (en 3º de mi formación en fisioterapia, en unos ordenadores que pusieron en la escuela, conocí eso de poder chatear con las atrevidas (que en ocasiones resultaban ser atrevidos informáticos) alumnas del politécnico. Y alguna que otra búsqueda para asombrarme de aquello), se han perdido los cimientos de esta profesión, como yo me perdí la etapa del fisioterapeuta auxiliar.

No creo que se pueda criticar la búsqueda del saber y de mejorar en esos momentos fiándose simplemente de aquello que parecía funcionar mejor, ya que poco había para comprobarlo.

Nunca debemos asumir que ahora somos más listos porque conseguimos más cosas que nuestros antepasados, sin respetar el hecho de conocer los medios con los que ellos conseguían prácticamente lo mismo.

Tú cogiste solo lo que te gustó. Igual hacen otros. A cada uno le gusta una cosa. Cada fisioterapeuta mezcla según su arte. Y así no se avanza ni se mejora. Cada uno es único pero no puede haber consenso. ¿Te atreverías a dejar por escrito tu valoración y tratamiento de un paciente concreto para que lo viera otro colega y lo comentase según su punto de vista? ¿Crees que alguien estaría de acuerdo contigo o cada fisioterapeuta haría algo distinto para el mismo paciente?

Carlos, ¿qué es «todo lo bueno que pueda aprender»? la osteoptía sin sus dogmas no es nada aunque hagan movilizaciones y técnicas usadas también en fisioterapia.No es defendible la osteopatía y lo que queda se llama fisioterapia.
Un saludo.

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