El mundo de la actividad física y el deporte mantiene una curiosa relación con la fisioterapia.
Muchas veces, y sobre todo en el terreno del deporte de élite, la fisioterapia se encarga de reparar los desperfectos relacionados con el exceso de carga y la exposición a situaciones de riesgo inevitablemente asociados al rendimiento.
En otras ocasiones, entrenadores y fisioterapeutas vamos de la mano programando actividades para garantizar la continuidad del ejercicio en sujetos más interesados en su salud y condición física general que en el rendimiento.
La recuperación física de deportistas tras lesiones es también un momento de progresiva relación entre fisioterapeutas, en fases tempranas, y educadores físicos (término con el que podemos etiquetar a los profesionales del sector), en fases finales de retorno a la práctica deportiva.
Sin embargo, también hay otra forma de relación más caprichosa en relación con la oferta de novedosas actividades destinadas a despertar el interés de los usuarios de centros deportivos. Algunas de estas actividades, en ocasiones, se acercan a lo que los fisioterapeutas consideramos ejercicio terapéutico, generando por un lado cierta incomodidad ante la potencial intrusión profesional.
Mi opinión al respecto quizás no es muy representativa, dada la buena relación personal y profesional que mantengo con los expertos en educación físico-deportiva de mi entorno: son amigos, pacientes, compañeros de práctica deportiva, y en todo momento mantengo y mantienen un reconocimiento y respeto a cada uno de los roles.
Es quizás labor de los colegios de cada sector el delimitar las competencias y asegurar su cumplimiento, ya que un manejo deficiente de las sutilezas que empañan y avinagran el ambiente, puede estorbar las posibilidades de cooperación de las que muchos disfrutamos, en favor de todos, en nuestra práctica diaria.
3 Replies to “Fisioterapia y Educación Física”
Trabajar en equipo siempre aporta beneficios.
Antes el masaje ahora el ejercicio terapeutico, esto es de locos, pero las cosas estan asi, cada vez somos más a comer y esto beneficia a unos y perjudica a otros. La ley del más fuerte. C’est la vie.
Pienso que me sucede lo mismo o similar, Carlos. Entreno con un preparador/educador, trabajo con un preparador/educador y en mi ámbito socio-laboral hay bastantes. No siento el choque de competencias (no quiere decir que no exista); al contrario, mi percepción es que aprendemos mutuamente, compartimos inquietudes y nos aportamos diariamente conceptos.
Un ejemplo breve ( y personal ): la influencia sobre la salud del ejercicio físico basado en el entrenamiento de fuerza. Por no profundizar en los procesos de readaptación deportiva y sus fases, como comentas.
Como leía hace unos días: si tu tienes una manzana, yo tengo una manzana y nos las cambiamos, seguimos teniendo una manzana cada uno. Si tienes una idea, yo tengo una idea y nos las cambiamos, tenemos dos ideas cada uno.
En mi opinión, entre otras cosas, esto resume lo que sería un ideal de relación profesional con otras áreas afines a la salud, especialmente con la actividad/educación física. Pienso que ambas coexisten en multitud de casos y siendo honesto y bajo mi perspectiva, pienso que probablemente puede haber más invasión (el término intrusismo aquí se me hace muy duro) por parte del fisioterapeuta que a la inversa.
Saludos!