julio 30, 2012

Dolor, superación y crecimiento

Tratar a pacientes con dolor disfuncional

Asumir la competencia de tratar a pacientes con dolor, como fisioterapeuta sinceramente atraído por la educación y la investigación en neurociencia, supuso en su momento, hace ya algunos años, motivo de ilusión y satisfacción.

Contar con herramientas para ayudar a pacientes con cronificación de su dolor, en los que aquellas técnicas, tan eficientes en la mayoría de casos, no aportaban beneficio alguno, animó a cambiar la orientación en estas concretas situaciones.

Pero, lejos de una idealización de dicha labor y sus resultados, debo destacar algo que inexorablemente ha llegado asociado a esta función; enfrentarse a pacientes muchas veces en situaciones límite de desesperación y desamparo, con un agotamiento de recursos para afrontar su situación.

 

Dolor y, pese a todo, función

Cada paciente intenta, con mayor o menor éxito, mantener la normalidad en el desarrollo de sus actividades de la vida diaria, de sus relaciones socio-familiares, de su desempeño laboral, algo que no siempre es del todo posible. Hablamos de cuadros clínicos de larga duración, marcados por el desgaste psicológico y físico como consecuencia de un dolor que parece no responder a nada, al que ninguna bata blanca parece atribuir causa y al que difícilmente el paciente encuentra sentido.

No obstante, y aunque parezca una desesperada forma de otorgar optimismo al tema, algunos pacientes consiguen no sólo superar la situación, sino además salir reforzados por tal penosa experiencia.

 

Dolor y crecimiento post-traumático

En la charla en TED «The game that can give you 10 extra years of life«, Jane McConigal define esta situación como crecimiento post-traumático. Los pacientes que, tras una larga experiencia de sufrimiento, consiguen superarla y salir de ella reforzados, comentan al describirlo:

  • Mis prioridades han cambiado; no tengo miedo de hacer lo que me hace feliz.
  • Me siento más cerca de mis amigos y familiares.
  • Me entiendo mejor a mi mismo; ahora sé quién soy realmente.
  • Le encuentro un nuevo sentido, significado y propósito a mi vida.
  • Soy más capaz de concentrarme en mis metas y sueños.

Por otro lado, un informe efectuado por cuidadores de enfermos en su lecho de muerte, citado por McConigal en su charla, en relación con aquello que más lamentan los pacientes no haber hecho en su vida, concluye:

  • Ojalá no hubiera trabajado tan duro.
  • Me gustaría haber estado en contacto con mis amigos.
  • Me hubiera gustado permitirme ser más feliz.
  • Ojalá hubiera tenido el coraje de expresar mi verdadero yo.
  • Ojalá hubiera vivido una vida fiel a mis sueños, en lugar de a lo que los otros esperaban de mí.

Es curioso comprobar cómo los cinco ítems que caracterizan al síndrome de crecimiento post-traumático, dan consecución a los deseos del moribundo.

Lejos de intentar dar justificación a ello (tarea para la que no estaría cualificado), mi intención es únicamente invitar a la reflexión.

Animar a pensar lo provechoso que sería identificar aquello que conduce a estos pacientes a resurgir y mejorar tras superar un cuadro de dolor de larga duración.

Y, más fructífero aún, alentar a investigar cómo orientar a un paciente para alcanzar y disfrutar de este merecido crecimiento personal.

 

 

One Reply to “Dolor, superación y crecimiento”

Me encantó tu entrada. Supongo que la frustración, soportada durante largos periodos de tiempo, hacen reflexionar una vez se supera. No perder el tiempo, perder los miedos absurdos y los falsos enganches.
Sería muy interesante que esas reflexiones llegaran a un público más amplio. Pues todos, o casi todos, perdemos ese norte que nos debería guiar en nuestra, por ahora, única vida.

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