febrero 12, 2009

Desacondicionamiento físico

El cuerpo quiere movimiento. Lo necesita, y cuando no lo tiene, lo pide, y si aún así lo ignoramos y no lo obtiene, sufre y, de paso, nos castiga con molestias, cansancio y torpeza a modo de reprimenda.
El sedentarismo, los hábitos físicamente pobres, los estados de dolor prolongado o recurrente, el mantenimiento prolongado de posturas, y en general los estados de inactividad conducen al llamado síndrome de desacondicionamiento físico. Las características principales de este estado, según el nivel de afección, son:

  • Desuso muscular; debilidad y atrofia muscular, descoordinación intra e intermuscular, pérdida de flexibilidad.
  • Inmovilización articular; pérdida de masa ósea, adherencias cápsula-ligamentarias, debilidad ligamentaria.
  • Reducción de la capacidad cardiovascular; disminución de la resistencia, mala adaptación al esfuerzo.
  • Afectación de la propiocepción; alteración del equilibrio y la postura, afectación del control neuromotor central del movimiento.

A todo ello podríamos añadir la tendencia al sobrepeso, el desacondicionamiento psicológico, los desórdenes a nivel representacional y la sensibilización central al dolor.

Ahora es cuando escojes alguna de las siguientes razones para justificar tus necesidades de ejercicio:
porque por las mañanas me encuentro oxidado,
por lo fofo y atrofiado que estoy,
porque cada día me duele una cosa diferente,
por esa visión de San Pedro que se me aparece cuando se estropea el ascensor,
por estos michelines laterales emergentes,
por los 4 segundos requeridos para ingeniar como salir del coche,
porque cada día me siento más torpe,

Puedes incluso seleccionar más de una opción. Si las has seleccionado todas,… respalda temporalmente el optimismo y la autoestima en otros aspectos (canto albaes como un ruiseñor, mi hija es la más lista del cole, me han vuelto a ascender en el trabajo, soy un crack jugando al Trivial, sé formatear el ordenador, qué bien me sienta el rojo,…), pero corre a comprar el chándal que se acaban las rebajas.

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