Este verano hemos podido contemplar una buena colección de proezas en los campeonatos de Europa de atletismo celebrados en Zurich. El indiscutible deporte rey ya nos tiene acostumbrados a exhibiciones de portentos físicos que culminan su preparación compitiendo al más alto nivel.
En esta ocasión, me ha llamado especialmente la atención la participación de la checa Barbora Špotáková , campeona de lanzamiento de jabalina. Esta atleta fue madre hace un año, y le ha sobrado tiempo desde entonces no sólo para la recuperación postparto, sino también para la reincorporación a la práctica deportiva, y además al más alto nivel.
No sé si conocéis bien tal disciplina (el lanzamiento de jabalina); yo tuve la generosa oportunidad de entrenarla e incluso competir en alguna ocasión. Si no recuerdo mal, mi equipo necesitaba sumar puntos en no se qué liga autonómica, y a un corredor de 3000 metros como yo por entonces, le tocó doblar prueba por horarios y lanzar junto a compañeros que me doblaban en peso y cuyos brazos sumaban el perímetro de mis dos muslos.
El caso es que, entre otros hallazgos menos productivos, pude comprobar que la musculatura abdominal jugaba un papel primordial en tal tarea.
En lo de quedarse embarazado y parir no puedo aportar experiencia personal, pero creo que no es necesario hacerlo para reforzar la idea del efecto de tal situación sobre la faja abdominal.
Reviso, como fisioterapeuta, la sutileza de los programas de control motor lumbar, los ejercicios de suelo pélvico, la lenta progresión en la administración de cargas, y el exceso de mimo habitual en los programas postparto que sugerimos.
Y, por otro lado, reviso las exigencias técnicas y de fuerza del lanzamiento de jabalina, los patrones gestuales relacionados, desde el punto de vista de atleta y entrenador de atletismo.
Y sólo me queda concluir que, en el tema de la estabilidad lumbopélvica, aún queda mucho por revisar.
