octubre 21, 2009

Control motor

Históricamente los músculos han sido invitados a diferentes clasificaciones según criterios anatómicos y/o fisiológicos. Diversos autores, entre los cuales destacaría a Janda, han hablado de músculos rojos frente a blancos, rápidos o lentos, posturales o dinámicos, tónicos o fásicos,…

Hablaba de los desequilibrios musculares de Janda en otro artículo, y aquí haré una breve mención a la clasificación actualmente más utilizada por los fisioterapeutas.
A nivel clínico es útil clasificar los músculos en estabilizadores y movilizadores.
Los estabilizadores se clasifican en locales, pequeños y profundos músculos que aportan rigidez a la articulación independientemente del movimiento que ésta desarrolle, y estabilizadores globales, que preparan y preposicionan la articulación para que los músculos movilizadores desarrollen su función de movimiento de las palancas óseas de forma eficiente.
La evolución patológica de estos músculos cuando las cosas fallan es hacia la inhibición en el caso de los músculos estabilizadores y de hiperactividad en caso de los movilizadores.
El abordaje terapéutico sugerido es el de, principalmente, despertar la función de los músculos estabilizadores para permitir una función eficiente. De igual forma devolvemos la secuencia de contracción muscular correcta para la ejecución de los diferentes gestos.
Esto es, a demasiado grandes rasgos, la base de las técnicas de control motor.
Es posible que no sea una aportación definitiva a la fisiología neuromuscular: de hecho, en estudios se ha demostrado como músculos con un tipo de fibras comienzan a cambiar su anatomía en respuesta a las necesidades tras cuadros de dolor o lesiones, y los músculos movilizadores han mostrado cambios en su función pasando al intento (bastante desastroso para la articulación, por cierto) de estabilizar. También se ha encontrado en músculos como el multífido que parte de sus fibras cubren una función mientras que otras corresponderían a otro grupo,…
No obstante, es un paso importante que, como fisioterapeutas, podemos aprovechar en gran medida para ayudar a nuestros pacientes a normalizar sus movimientos patológicos.

6 Replies to “Control motor”

Cuando cursé osteopatía (años ha), en un seminario de sus queridas ASI un profesor detectó un ilíaco anterior derecho «de libro», y cuando el otro profesor lo exploró en otra sala, mágicamente la chica tenía un mismo ilíaco posterior «sin ninguna duda». Hablo del test de Gillet, según ellos ultrafiable, según investigaciones posteriores de baja reproducibilidad y fiabilidad inter e incluso intraexaminador.
Las sutilezas de los «deslices» del control motor, y más aún de los resultados de las técnicas descritas, dan pie a pensar en un altísimo porcentaje de subjetividad.
Hay defectos que se perciben a 3 metros, sobre todo a nivel cervical, pero son los menos.
Mi opinión al respecto es que es muy útil asimilar toda la teoría comprobada científicamente, pero ser muy crítico con las extrapolaciones a nivel clínico.
No pienso en patrones cuando sospecho una alteración de control NEUROmuscular, más que nada porque dudo que esos millones de sinápsis decidan en Pepito desorganizarse igual que en Paquita. Los conozco, intento ver si se pueden adaptar a mis pacientes, pero no me extraño cuando generalmente no lo hacen.

¿Te ayuda o he mareado más la perdiz?

Esta claro. Tengo amigos que han realizado la formación de Kinetic Control, Performance Matrix, etc. Lo que no tengo tan claro, y es por lo que pido tu opinión más experta al respecto, es si realmente, a nivel clínico es aplicable, si piensas que de manera objetiva puede estudiarse si existe o no un retraso en la secuenciación de activación. Personalmente, respecto a los test que realiza Sharmann creo que existe un componente de subjetividad importante (obviamente Sharmann notará lo que nota, y seguro que toda la gente de Kinecit Control también). ¿Qué opinas?

Un saludo.

Lo cierto es que hay mucha investigación reciente al respecto. El grupo de kinetic control es el que ofrece una visión más actual de las aplicaciones clínicas al respecto. Trabajan sobre la activación de los músculos estabilizadores inhibidos, y existen tests específicos para determinar el estado de esta musculatura (según orden de activación o secuenciación, fatiga,…)

Una pregunta Carlos. ¿Hasta qué punto es viable a nivel clínico? Quiero decir, he leído mucha investigación al respecto y es sumamente interesante saber cómo se afecta el control motor por el dolor en diferentes cuadros clínicos. Existe un restraso en la activación del multifidus en pacientes con dolor de orígen lumbar, pero, a nivel clínico, ¿qué debo hacer? ¿Doy por hecho que mi paciente con dolor lumbar va a tener un retraso en la activación del multifidus y de antemano le enseño a activarlo? Porque también hay muchos estudios que demuestran que tras la remisión del cuadro patológico, sigue existiendo un retraso en la activación motora aun cuando ya no existe dolor, lo que plantea si el dolor y por tanto el cuadro clínico es consecuencia de dicho fallo en lugar de que el fallo se produzco como consecuencia del dolor.

Me parecen fascinantes los avances a nivel de investigación al respecto, pero desconozco cúanta de esta teoría puede aplicarse a la clínica. Muchas gracias de antemano y un saludo.

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