agosto 30, 2012

Brave

Ayer tocó sesión de cine familiar, y nos apuntamos a Brave.

Lejos de la habitual cursilería Disney (pese a contar con una encantadora (a su manera) princesita), pero sin llegar al intimismo y profundidad de anteriores historias Pixar (Wall-E y Up), Brave es una película de animación preciosa, con una lectura más allá de los tintes feministoides de los que a priori amenazan con primar en la historia.

En un determinado (y trascendental) momento del relato, nuestra indomable pelirroja demuestra su potencial para consolidar su ego, y lo hace a golpe de arco. Un plano de detalle nos muestra como la airada protagonista sufre un corte accidental en su mejilla, con la pluma de la cola de la última flecha.

Corte que posteriormente, en un intenso enfrentamiento face to face con su mami, luce como refuerzo de su estado emocional.

¿pensáis que a esta princesa, con el sistema límbico bombeando química, le duele este corte?

es más, si llega a enterarse, ¿pensáis que el dolor le resulta en ese momento una experiencia desagradable?

Yo lo dudo, y mucho.

Os animo a disfrutar de la peli, y opinar si os place.

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