De abdominales van las divagaciones más o menos incoherentes de hoy, para celebrar el post número 300 de este blog.
La anatomía comparada ha sido, desde los inicios de mi formación de bata blanca, un campo de admiración, sorpresa y posterior razonamiento.
Una afortunada relación entre las funciones de búsqueda de Google Search, recopilación y lectura de feeds de Google Reader, y traducción de idiomas con caracteres para mi indescifrables de Google Translate, me permitieron hasta hace unos meses seguir un blog cuya senda (con todo el rollo de la mudanza de feeds por la desafortunada aniquilación de Google Reader) torpemente he perdido. Se trataba de un blog con referencias a las funciones anatómicas humanas en inteligente comparación con sus correspondencias en el resto de los mamíferos.
Recuerdo entradas hablando de los músculos masticadores y la articulación temporomandibular con fotos de tigres e hipopótamos, ECOMs de caballos, osamentas de diferentes vertebrados,… y también recuerdo vagamente un post dedicado a los músculos abdominales.
Como difícilmente podría transmitir con justicia el contenido de todo aquello, me limitaré a compartir mis reflexiones, entre las cuales, si mi metacognición es fiable, se incluyen teorías en aquel blog expuestas.
Los abdominales sostienen y mantienen en necesario estado de compresión las vísceras contenidas entre diafragma y pelvis. Actúan al respirar, toser, defecar, así como al reír con alegría y algarabía.
Efecto sobre la columna lumbar tienen, por supuesto. Ayudan en su soporte, control y movimiento. No podría ser de otro modo si atendemos a su situación e inserciones. Pero, y más observando la anatomía de los abdominales en los cuadrúpedos, dudo que la naturaleza, codificando en genes, haya dispuesto estas capas de fina carne pensando exclusivamente, ni siquiera preferentemente, en eso.
Fina carne además bien tapizada, en ocasiones sustituida, por blanquecino y correoso tejido conjuntivo, potentes láminas fibrosas, para nada contráctiles. Un económico refuerzo de la bolsa continente por medio de tejido que Cyriax etiquetaría como inerte, para sostener e impedir la caída de las vísceras, acorde a la lógica si aceptamos aquello de la fuerza de la gravedad.
Miremos la vaca y visualicemos.
- Quitémosle erectores, y seguramente se le queda el lomo cóncavo. Se hunde al fracasar la rigidez de la columna vertebral.
- Quitémosle psoas (solomillo), y seguramente la pelvis queda desestabilizada, dejando de conectar eficientemente las patas traseras a la columna vertebral.
- Quitémosle abdominales, y seguramente se le desparraman las tripas por el suelo, y la columna lumbar,… ¿os parece que quedará seriamente afectada?
Vemos pacientes con diástasis abdominales, eventraciones, hernias abdominales, vamos, con defectos estructurales importantes en la faja abdominal. Vemos que cuando ventilan la tumoración creada por sus vísceras cuasiemergentes protuye con descarada indiferencia. Pero no vemos que esto afecte a su biomecánica o clínica lumbar.
No insinúo que el papel del transverso en la estabilización lumbar sea menospreciable. Bogduk, Hodges, Luomajoky, Gibbons, Hides, entre otros, son gente que sabe bien lo que se dice y hace.
Sólo pretendo transmitir lo que, siguiendo la sugerencia anatómica de otros mamíferos, representan funcionalmente los músculos abdominales.
¿mover y estabilizar lumbares? Aceptamos barco.
¿sostener y apretar las tripas? Aceptamos transatlántico.
3 Replies to “300”
Gracias por la entrada Carlos!
El canon estético actual está incidiendo en que quizás querramos ese abdomen plano pero estoy de acuerdo en que ese no debe ser nuestro criterio sanitario.
Preferiría decir contraer en vez de apretar, no es lo mismo relajar, activar que apretar. Pero lo que propones parece muy cercano al trabajo de abdominales que propone Blandine Calais germain, aunque carezca de estudios científicos, parte de esta base teòrica.
Un abrazo
Hace una semana asistimos al curso del Dr.McGill en Barcelona. Tenias que oir de su propia voz (y la del traductor simultáneo) la opinión al respecto del papel estabilizador del Tranverso.
Se acerca más a un papel estbilizador general de toda la zona abdominal, desde donde generar fuerza, y enlazando con tu entrada, formando una pared para no tener que ir por la vida con las vísceras colgando.
Si McGill opina de ta modo, me quedo más tranquilo con mis divagaciones más o menos incoherentes, mira por donde 😉