Alejándome un poco de la tónica del blog, y sin ánimo alguno de acercamiento político, no he podido evitar la necesidad de felicitar una acción que, si acaba funcionando, pueda suponer un paso de gigante. Se trata de una noticia publicada hace unas horas en diversos medios que he decidido adjuntar a continuación.
Se trata de un texto histórico que permitirá que Washington asuma los poderes para controlar el consumo de cigarrillos y demás productos con tabaco.- También permite limitar la producción y el marketing de las tabacaleras
“Sé lo difícil que es dejar este hábito cuando te ha acompañado durante mucho tiempo”. La ley marca la culminación de la lucha de los enemigos de la industria tabacalera en el Congreso, que se remonta a más de una década, y cuyo objetivo ha sido siempre poner los cigarrillos bajo el control de la administración estadounidense de Alimentación y Drogas.
La ley permite al departamento de Alimentación y Drogas aplicar estrictos límites sobre la producción y marketing de productos de tabaco aunque no llega a prohibir los cigarrillos o su componente adictivo, la nicotina.
Casi el 20% de la población de EE UU es fumadora. El consumo de tabaco mata a cerca de 440.000 personas debido al càncer, dolencias coronarias, enfisema pulmonar y otras dolencias, según la administración.
El departamento ya ha anunciado en un comunicado que colaborará con los responsables del sector de la salud pública en los departamentos paralelos, a nivel estatal, y también en multitud de localidades a lo largo del país. Se trata de la única agencia regulatoria con una base científica cuyo objetivo es la mejora de la salud pública, por lo que empleará los mejores avances científicos disponibles para reducir el número de enfermedades y muertes causadas por productos que contienen tabaco. El organismo también ha añadido que buscará propuestas e ideas para desarrollar y aplicar la ley.